martes, 1 de febrero de 2011

La Eacuela del Espiritu parte 7


                                                           El creyente inactivo
Hay una ley está vigente en el mundo y no puede ser descuidada, todo lo que se hace, voluntaria o involuntariamente tiene un efecto, de esto debemos estar consientes, por lo tanto esto debe de llevarnos a concluir que no podemos estar distraídos, pasivos, porque será una actitud que permitirá actuar en nuestras vidas a espíritus malignos.
El ser hijo de Dios no nos va a librar del ataque de los espíritus malignos, si abrimos puertas con ellos. Esto es una guerra y el enemigo está buscando “una cabeza de playa” para poder penetrar.
Efesios 4: 27 dice:
“Ni deis lugar al diablo”
Esto es, no le des ni un milímetro al diablo, sino hará destrozos. No podemos “pecar”, y no hablaremos ahora de los pecados que todos conocemos que no debemos cometer, sino de aquellos que hacemos pordesconocimiento del concepto real de pecado.
Santiago 4:17
“y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado”
Esto debería despertar a todos los creyentes en la iglesia, o sea no basta permanecer pasivo sin cometer pecados conocidos, sino que el no actuar haciendo lo bueno será considerado pecado y esta pasividad permitirá entonces a los espíritus malignos  actuar en nuestras vidas.
De hecho este es un problema en la iglesia de hoy, todos los creyentes tiene dones del espíritu, y este regalo que Dios nos da no es para llevarlo a la tumba, sino para usarlo para el establecimiento de su Reino, entonces debemos estar claros que esto no es labor sólo del pastor sino de todo creyente, pero a causa de que no hemos despertado en cada creyente el deseo y la responsabilidad de perfeccionarse en su don, son muy pocos los que en la iglesia conocen sus dones y los aplican, entonces el crecimiento de la iglesia está limitado y suplido por el razonamiento intelectual y las “buenas intenciones”.
Por consecuencia, si sabemos que tenemos dones y no los usamos, pecamos, y abrimos una puerta para que el enemigo actúe.
Entonces amada iglesia DESPIERTA” ejercita los dones, de lo contrario estaremos durmiendo con el enemigo, por más de que cantemos los más hermosos coros en los servicios.
Hay otro aspecto a analizar: Dios no quiere “títeres” ni gente inactiva, hay un falso concepto de espiritualidad que está unido a inactividad, no hago nada porque estoy entregado completamente a Dios y El no me ha dicho que haga nada, esto es un error. La gente entonces no opina, no usa su mente, no hace nada, está inactivo y se cree muy espiritual, esto es pecado y da lugar al diablo, una mente vaga e inactiva da lugar al diablo.
Este creyente está esperando las influencias exteriores y no ejerce su voluntad, esto no forma el carácter y con el tiempo su voluntad es atada y cuando llega el momento que reconoce que tiene que actuar, no entiende porque no lo hace,  esto se llama influencia maligna que ató su voluntad, debemos arrepentirnos del pecado de inactividad y recibiremos libertad, para entonces comenzar a actuar.
Bendiciones,
Hugo Oberti

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