domingo, 10 de abril de 2011


...que la palabra del Señor corra y sea glorificada...>>. 2 Tesalonicenses 3:1 En ocasiones los acontecimientos diarios nos imposibilitan ver o darnos cuenta del gran propósito que Dios tiene para cada uno de nosotros. En ocasiones es tan agudo el dolor causado por esos acontecimientos que no entendemos y que no tienen sentido ni lógica en nuestra mente limitada que se nos llega a dificultar él poder ver claro los planes que Dios tiene para nosotros. Quizá hasta lleguemos a dudar si realmente formamos parte de los planes de Dios. Nos preguntamos... ¿Se acordará Dios que aún existo, estará mirándome ahora, cuando todo parece tan oscuro a mí alrededor? Aún en ese momento, cuando todas las piezas de nuestro rompecabezas parecen estar regadas por todas partes sin ningún arreglo aparente, y aún cuando nuestra REALIDAD momentánea nos grite que hemos fracasado, Dios nos susurra en lo más adentro de nuestro corazón que Él sigue teniendo planes para nosotros, planes mucho mejores de los que nos podemos imaginar.
Él sabe y conoce cada estrategia necesaria para ordenar las piezas de nuestro rompecabezas.
Él nos comprende y nos consuela cuando en nuestro intelecto humano hemos querido ordenarlas a nuestra forma y luego nos damos cuenta que sólo hemos logrado quedar más confundidos. Es en ese momento cuando nos cubre con su infinito amor y nos levanta. Si tan solo aprendiéramos a confiar nuestra vida, toda nuestra vida, (pasado, presente y futuro) en las manos de Aquél que tiene todas las respuestas y todas y cada una de las estrategias. Aquél que nunca se equivoca y que aún cuando nosotros lo hagamos, Él sabe como sanarnos transformando nuestros fracasos presentes en experiencias que nos darán la madurez y plena certidumbre de fe para vivir en su voluntad. Él es Dios y sólo Él sabe, pero lo mejor es que ha prometido que siempre su poder, amor y autoridad estarán trabajando para cumplir en nosotros ese futuro y esa esperanza. Nuestra vida está en manos de Dios, como el arco y la flecha en manos del arquero. Está apuntando a algo que no podemos ver, lo va tensando hasta que de vez en cuando exclamamos, "NO PUEDO RESISTIR MÁS". Pero Dios desatiende el ruego y prosigue estirando hasta que tiene a la vista su objetivo y entonces lanza la flecha y alcanza el blanco, solo entonces entenderemos. ¡Que grande es el amor de Dios, cuando sabe pasar por alto nuestros presentes desesperos y prosigue moldeándonos hasta lograr en nosotros la expresión máxima de su obra! Porque Él tiene planes con nosotros, planes que ni imaginamos, pero que en su infinito amor los ha de cumplir. Hermanos y Amigos, por medio de estos devocionales, quiero recordarte cada día que Dios quiere que seamos felices. Es mi anhelo y oración que la lectura de este devocionario te proporcione el Aliento Cotidiano necesario para que tu vida sea llena de paz y bienestar. Te animo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo a compartir el Evangelio de Salvación a todas aquellas personas que aún no conocen a nuestro Señor Jesucristo. Si este mensaje fue de Bendición para tu vida, envíalo a las personas que quieras Bendecir.

                                    Amén.
                               Dios Te Bendiga.

Ministerio Genesis 22:14

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