jueves, 27 de enero de 2011

La Eacuela del Espiritu parte 3


LAS BUENAS OBRAS DE LA CARNE
La carne es carne, haga buenas acciones o malas, sigue siendo carne.
La carne aunque haga buenas cosas siempre tiene como centro el Yo.
Yo lo puedo hacer, la carne no quiere esperar en Dios, no quiere orar, no busca la guía del Espíritu Santo, y entonces tarde o temprano, voy  a  gloriarme, y entonces, me llevan a actuar independiente de Dios.
Y usted estará de acuerdo que esto no le agrada a Dios y  que El quiere que dependamos de su Espíritu Santo.
Filipenses 3:3
“Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”
El apóstol Pablo dice: Yo no confío en lo que sé, no confío en mi sabiduría, sino en la guía del Espíritu Santo a mi espíritu, y el sabía bien lo que decía, pues siendo fariseo de fariseos, en el pasado creía que estaba obrando bien, agradando a Dios, al perseguir a los cristianos, mas ahora que conoció la verdad, no iba a obrar en base a principios reconocidos sólo en su intelecto, sino que buscaría su aplicación en la guía del Espíritu.
Entonces el que sólo se basa en el conocimiento de la palabra, o en lo que escuchó de un “ungido”, puede no tener ningún crecimiento espiritual, y muy poca victoria en su vida personal, porque no espera en Dios sino que se basa en una serie de preceptos que los aprendió de una letra o de una religión.
Nuestra tendencia es planear primero, y no a esperar en Dios. Se dedica más tiempo en preparar una enseñanza que en esperar el Poder de lo alto, pero la vieja creación no puede instruir a nadie a vivir bajo la nueva creación.
No se puede seguir creciendo a lo nuevo de Dios con una estructura vieja. Nadie puede derramar vino nuevo en odre viejo, sino ambos se pierden, dijo el Señor.
Inclusive en el tiempo, Dios no se manifiesta hoy igual que hace 30 años. El es el dueño del tiempo y lo diseñó para que los que buscan de su Espíritu,  entiendan sus tiempos y lo sigan.
Una manifestación de que estamos trabajando en la carne es que tenemos impaciencia, una de las cualidades del Reino son gozo y paz en el Espíritu, entonces tu puedes saber que estás trabajando en la carne, si pierdes tu paz y te impacientas, aunque estés haciendo cosas para El Señor.
Tenga ¡Cuidado!, la carne no quiere reconocer su inutilidad, ella va a pelear, y no serán demonios en este caso, sino su propia carne, porque usted puede predicar, orar, leer la palabra y depender de su propio entendimiento y no del espíritu.
Gálatas 3:3 “¿Tan necios sois?  ¿Habiendo comenzado por el Espíritu ahora vais a acabar por la carne?
O sea tu conversión no fue por tu esfuerzo, sino por gracia, por favor de Dios y ¿ahora dependes de tus propias fuerzas para continuar esta carrera? No se puede, hay que continuar cómo se comenzó, amados hermanos, muchas veces iniciamos de una manera EXTRAORDINARIA, ni sabemos que fue lo que nos pasó sólo entendemos que sucedió y fuimos transformados, pero la religión nos mete en una serie de actividades y reglamentos que nos quitan el gozo de nuestro inicio, no debemos permitir que esto suceda,sigamos dependiendo de El, no de palabra sino en Espíritu y verdad.
¿Cómo recibió a Cristo? tenías que declararte incompetente para salvarte, así debes de morir y declararte incompetente para seguir, hay que seguir como se comenzó, no en la carne sino en el espíritu. Eso es todo, no podemos alejarnos de la sencillez del evangelio.
Bendiciones
Apóstol  Hugo Oberti

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